Gustavo Cabanillas (Fundae Latam): «La neuroeducación es un área no bien atendida por los gobiernos de Latinoamérica»

Hombre sonriendo en camisa blanca, frente a pizarra blanca.
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Iberoamérica es un hervidero de buenas ideas y emprendimiento en el ámbito educativo. Una buena prueba de ello es Fundae Latam (no confundir con la Fundae española), la Fundación Altos Emprendimientos Educativos y Learny, fundadas por los argentinos Ezequiel Rufino, presidente, y Gustavo Cabanillas, vicepresidente. Entrevistamos a este último y con una larga trayectoria profesional, pues ha sido un destacado consultor y speaker especializado en Gestión Efectiva de Instituciones Educativas, con más de 20 años liderando proyectos educativos. Co-autor del Modelo AMA para la gestión de Unidades Académicas. También es cofundador de Learny, una innovadora Compañía de e-Learning que ofrece cursos On Line de Alto Impacto Social. Fue uno de los fundadores y formó parte de la Dirección de la Sede de Córdoba de la Universidad de Belgrano desde 2006 hasta 2022. Su formación incluye Ingeniería Agronómica, Técnico en Análisis de Mercado y Diplomado en Marketing. Dictó clases de Agromarketing y Marketing en cursos de Posgrado en la Universidad de Belgrano. En esta entrevista, comparte los proyectos solidarios que están llevando a cabo con el ambicioso programa de becas Súper Docentes, sobre neuroeducación y sus perspectivas para el futuro de la educación en América Latina.

¿Cómo fueron los inicios de Learny en el mundo educativo?

En el año 2006, con Ezequiel Rufino, mi socio, fundamos una Sede de la Universidad de Belgrano de Buenos Aires en la ciudad de Córdoba, Argentina, para impartir Programas de Educación Continua. Desde entonces, mi pasión por la educación se consolidó, ya que siempre disfruté transmitir conocimiento, incluso desde mis días de estudiante, cuando me encantaba explicar temas a mis compañeros.

Fue sobre todo durante la crianza de mis hijos que me di cuenta de las deficiencias en la formación de muchos maestros. Así nació Fundae Latam,  a modo de un observatorio que busca generar propuestas y alternativas para mejorar la enseñanza en nuestra región.

Durante este proceso, antes de la pandemia, también incursionamos en el e-learning anticipándonos a un cambio necesario en la educación. De allí surgió Learny, una compañía inicialmente enfocada en ser una plataforma educativa, pero que luego evolucionó hacia la producción de contenidos educativos de calidad.

Gracias a nuestra relación con la Universidad, establecimos contacto con docentes de alto nivel y nos encontramos con Rosana Fernández Coto, una destacada neuropedagoga de Latinoamérica. Aprendimos mucho de ella, nos formamos junto a ella y actualmente trabajamos en equipo.

Hoy, Learny representa lo tecnológico, mientras que la Fundación se enfoca en la creación de contenido. Ambas entidades han fusionado sus esfuerzos para transformar la educación y seguir avanzando juntos.

¿Y por qué os habéis centrado en la neuroeducación? ¿O estáis desarrollando más proyectos?

Nos centramos en la neuroeducación porque queríamos abordar áreas de la educación que estaban desatendidas y que nos permitieran generar un impacto social significativo. La neuroeducación es un campo que ha sido poco atendido por los gobiernos y vimos una oportunidad para marcar la diferencia en este ámbito.

Además de la neuroeducación, también estamos desarrollando otros proyectos. Uno de ellos es el área de la salud, en la cual nos enfocamos en psicoterapias y terapias integrativas, siempre basadas en evidencia científica. Creemos que la salud es un tema importante que merece atención y estamos trabajando en ofrecer servicios que estén respaldados por la ciencia.

Nuestra visión es generar un impacto positivo en la educación y la salud, y por eso nos concentramos en áreas que consideramos clave para el desarrollo de comunidades y la mejora de la calidad de vida de las personas.

La neuroeducación es un enfoque concreto y real que abarca aspectos fundamentales para el trabajo de los docentes, como la captación y mantenimiento de la atención de los estudiantes, la motivación y el manejo de las emociones. Creemos que estos son aspectos esenciales para la enseñanza y para generar un aprendizaje significativo en el aula.

En resumen, nuestra misión es seguir innovando y creciendo en áreas que tengan un impacto social positivo y que estén respaldadas por la ciencia. Estamos comprometidos con el desarrollo de soluciones educativas y de salud que marquen la diferencia en la vida de las personas.

¿Y en qué consisten las becas Súper docentes que habéis entregado en Perú. ¿Esto está pensado para cualquier docente de Latinoamérica? 

Nuestro Programa de Becas +1000 Superdocentes tiene como objetivo principal construir un futuro inclusivo y equitativo en Latinoamérica, donde cada niño y joven tenga acceso a una educación de calidad que les permita desarrollar todo su potencial y contribuir al progreso de su comunidad y sociedad. A través de este programa, buscamos empoderar a docentes de bajos recursos y zonas rurales, capacitándolos con herramientas pedagógicas y habilidades necesarias para crear entornos de aprendizaje transformadores.

Las primeras 100 becas Súper Docentes entregadas en Perú han sido el punto de partida para marcar una diferencia real en la educación de aquellos docentes que, a pesar de su gran interés en mejorar sus prácticas pedagógicas y liderazgo educativo, no tenían acceso a formaciones de calidad debido a la falta de recursos económicos. Con esta iniciativa, queremos impactar positivamente en las vidas de estos docentes y, en consecuencia, en la calidad de la educación que brindan a sus estudiantes.

Nuestra misión es construir un ambiente en el que todos los docentes puedan acceder a una educación de calidad y desarrollar sus habilidades profesionales sin importar sus circunstancias económicas. Queremos seguir trabajando para eliminar las barreras que limitan el acceso a la educación y lograr un cambio positivo en el campo de la enseñanza en toda Latinoamérica.

¿Por qué habéis empezado en Perú? ¿Tenéis pensado que este programa de becas Súper Docentes también se extienda a otros países de Latinoamérica?

Empezamos en Perú, pero el día 3 de agosto continuamos con Costa Rica, después México. Empezamos todo en conjunto, vamos un poco el ritmo de los embajadores, del reclutamiento y de las acciones de nuestros embajadores digamos en cada país. Katia Bracamonte fue la que se movió un poco más rápido y la que obtuvo la cantidad necesaria para hacer una primera entrega y, en eso estamos trabajando con los otros embajadores, llegar a un cierto cupo para empezar con las otras entregas, es decir, no entregar de una en una, sino hacer entregas como la que hicimos el sábado 23 de julio a un grupo de de persona para que empiecen a capacitarse.

Estamos logrando apoyos de gobiernos. El programa académico de becas de +1.000 Súper docentes está a punto de ser avalado por el Ministerio de Educación de Costa Rica, está en trámite en Panamá y la Universidad Politécnica de Costa Rica también ha dado su aval del programa. Lo mejor que pueden aportar los gobiernos es avalar las formaciones. Acudiremos también al sector privado para el resto de los gastos que nos ocasiona montar un sistema así que realmente es bastante costoso.

¿Cómo las distribuís?

Para difundir las becas Súper Docentes y llegar a más personas, ideamos la estrategia de generar embajadores en cada país. Estos embajadores son miembros que elegimos de nuestra propia Comunidad de alumnos, son personas altamente calificadas que se destacan en nuestras clases y brillan con sus trabajos finales y tesinas. Les ofrecimos ser representantes del programa en sus países y ellos aceptaron con entusiasmo.

En Perú, tenemos a Katia Bracamonte como embajadora, y estamos muy satisfechos con los resultados iniciales del programa.

Para facilitar su desarrollo, hemos destinado inicialmente a todo el programa una base de 1000 becas por un valor cercano a los 70.000 dólares, que es el aporte inicial para el programa. Con los  resultados y la experiencia ganada, planeamos acercarnos a empresas y organizaciones para generar la beca número 1001. Nuestro programa se denomina «+1000 Súper Docentes», y esperamos que la beca 1001 surja gracias al aporte de estas organizaciones y al crecimiento continuo del programa.

Nuestra visión es generar un impacto positivo en la educación y formar a más docentes sobresalientes que puedan marcar la diferencia en sus comunidades y en la sociedad en general. Perú representa un paso significativo en este camino, y estamos entusiasmados por seguir expandiendo nuestras becas Súper Docentes y programas en otros países de Latinoamérica.

¿Tenéis pensado que este programa de becas Súper Docentes también se extienda a otros países de Latinoamérica?

Empezamos en Perú, pero el día 3 de agosto continuamos con Costa Rica, después Colombia, Mexico, y luego Argentina, Uruguay y Chile. Vamos un poco el ritmo de los embajadores, del reclutamiento y de las acciones que ellos realizan en cada país. Katia Bracamonte fue la que pudo moverse un poco más rápido y la que obtuvo la cantidad necesaria para hacer una primera entrega y, en eso estamos trabajando con los otros embajadores, llegar a un cierto cupo para empezar con las otras entregas, es decir, no entregar de una en una, sino hacer entregas como la que hicimos el sábado 23 de julio a un grupo de personas para que empiecen a capacitarse inmediatamente.

Estamos logrando apoyos de gobiernos e Instituciones El programa académico de becas de +1000 Súper Docentes ha sido avalado por Universidad Politécnica de Costa Rica y estamos a punto de conseguir el aval del Ministerio de Educación de ese país. Lo mejor que pueden aportar los gobiernos es avalar las formaciones.

Acudiremos también al sector privado para el resto de los gastos que nos ocasiona montar un sistema así que son bastante altos.

La formación principalmente se la ofrecéis a profesores de etapas obligatorias (Primaria, Secundaria) ¿o es cualquiera puede acceder a ella?

En realidad apuntamos a docentes de todos los niveles. Hay docentes de posgrado, inclusive con un montón de medallas y titulaciones académicas pero que realmente no saben transmitir conocimiento, no generan aprendizaje. Por eso nosotros apuntamos a docentes de todos los niveles, pero estadísticamente la gente que más interesa son los docentes de nivel inicial.

Tiene que haber vocación y tiene que haber herramientas. Pensemos que la docencia es la madre de todas las profesiones, fíjate, el mejor médico del mundo, el mejor abogado, el mejor ingeniero, es el que ha tenido buenos docentes por detrás. La docencia es la madre de todas las profesiones.

Por otra parte, los docentes son las personas a las que confiamos la educación de nuestros hijos, por lo que es algo muy delicado. Siempre hablamos del modelo de Finlandia, de Singapur… pero en el caso de Finlandia, para ser docente tienes que tener una máster y son muy estrictos los procesos de selección, muy, muy estrictos. En Finlandia ni se plantean la neuroeducación, la misma es inherente en sus programas pedagógicos, ya lo tienen algo asimilado en sus programas de formación.

Desde esta visión de trabajar con distintos países de Latinoamérica ¿cuál creéis que son los principales retos de los docentes y de las instituciones educativas latinoamericanas?

Nosotros vemos que hay Gobiernos que invierten en educación, que ponen dinero en educación, pero la inversión va solo para infraestructura. De nada vale tener la mejor infraestructura si no tenemos a los docentes capacitados con las herramientas necesarias para poder afrontar una clase con éxito y lograr un aprendizaje exitoso en sus estudiantes. Necesitamos docentes que sepan captar la atención de sus estudiantes, mantenerla, motivarlos y enseñarles a gestionar sus emociones. Hay aspectos, digamos que hoy no están siendo cubiertos en los programas de formación docente actuales en Latinoamérica y ahí estamos nosotros, que le aportaremos todas estas herramientas.

En el contacto con los ministerios de educación de los distintos países, ¿hay algún país que puedas destacar por su apuesta por la educación y que esté también facilitando esta formación a los profesores?

El país que nos sorprendió mucho es Costa Rica. Entramos en el momento justo, porque en sus planes está justamente la propuesta que nosotros planteamos, entonces ellos enseguida la aceptaron. Costa Rica es un país con estabilidad, un país pequeño en el sentido de la cantidad de habitantes, son cinco millones de habitantes nada más, pero con muy buena proyección. Estos días atrás hubo una huelga, por eso atrasó un poco el programa, fue una huelga insólita porque era para justamente para elevar el porcentaje del Producto Bruto Interno destinado a la educación, que está en un 5% y reclaman que se suba al 8%. Nos llamó la atención que es un país que no tiene Ejército, que el dinero que iría destinado al Ejército se deriva a la educación. Es también un país muy estable a nivel político, es decir, un Gobierno que entra no cambia todo lo que ha sido gobierno anterior, que es el gran problema que hemos visto en la mayoría de los países y por ahí vienen también las inversiones vacías, es decir, son inversiones para que la autoridad al frente corte la cinta y demuestre que esté haciendo pero son carentes de contenido, porque en realidad lo más importante son las políticas a largo plazo, políticas de Estado para la educación, que no varíen o cambien en función del color político de los gobiernos. Hay una conciencia de que la educación tiene que cambiar, como hoy se está enseñando, pero no hay acciones concretas respecto a eso y bueno, por eso nosotros estamos trabajando.

¿Cómo crees que debería ser el mejor centro educativo del mundo?

El mejor centro educativo del mundo debería ser un lugar diverso, donde se promueva la felicidad de todos los integrantes de la comunidad educativa. Sería un espacio donde ver caras sonrientes, aulas llenas de estudiantes entusiasmados, y donde la deserción sea prácticamente inexistente. Desde los primeros años de educación, los niños entrarían con ese entusiasmo inicial y lo mantendrían a lo largo de toda su trayectoria escolar.

En este centro educativo ideal, se buscaría mantener y fomentar esa alegría y motivación en cada aspecto del proceso de aprendizaje. Cada persona que forme parte de la comunidad educativa sentiría el lugar como su hogar y se preocuparía por cuidarlo y mejorarlo constantemente.

El ambiente en este centro sería especial, transmitiendo un sentido de pertenencia y amor por el aprendizaje. Los docentes y el personal estarían comprometidos con el bienestar y el crecimiento integral de los estudiantes, ofreciendo un enfoque pedagógico que se adapte a las necesidades individuales y promueva el desarrollo de habilidades esenciales para la vida.

En este sueño de centro educativo, todos los estudiantes se sentirían valorados y respetados, con un apoyo constante para desarrollar sus talentos y capacidades. El aprendizaje no sería solo una obligación, sino una experiencia enriquecedora y significativa que marque sus vidas de forma positiva.

En resumen, el mejor centro educativo del mundo sería aquel en el que se crea un ambiente propicio para el florecimiento del potencial humano, donde cada día sea una experiencia emocionante de crecimiento y descubrimiento, y donde todos los que lo vivan se lleven las mejores y más inspiradoras experiencias de su vida. ¡Ese sería mi sueño para la educación en el mundo!

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